Érase una vez una niña llamada Elisa. Elisa era nueva en el pueblo. Todos estaban muy emocionados por su llegada. Cuando llegó a su casa se quedó sorprendida de lo bonita que era. Elisa era muy rápida trabajando. Elisa se fue al mercado a comprar muebles, pintura, etc. Luego fue a comprar comida, plantas y semillas para su nueva casa. Cuando llegó empezó a colocar todos los muebles, las plantas y las semillas. Al día siguiente llego una niña también nueva en el pueblo se llamaba Marta, Marta era muy vergonzosa. Elisa le preparó un pastel de nata. Elisa le preguntó a Marta si quería que la ayudase Marta dijo: “sí, vale.”, entonces le ayudó.
Al cabo de tres meses Marta y Elisa eran grandes amigas.
Marta Cabezas García
lunes, 31 de mayo de 2010
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